El camino de las Islas Canarias para producir el 100% de su energía de fuentes renovables
Las Islas Canarias cuentan con una superficie de 7.447 km2 y en ellas viven más de 2 millones de habitantes, lo que supone un 4,6% de la población total española. Por su singularidad geográfica, esta región de España se enfrenta a desafíos energéticos importantes debido principalmente a su falta de conexión con el sistema eléctrico de la Península Ibérica, lo que le ha llevado durante años a una alta dependencia de los combustibles fósiles. De hecho, en 2020, el 96% de la energía primaria demandada fue de origen fósil.
Avanzar en la transición energética
Este mayor uso mayor de los combustibles fósiles, en comparación con el resto de la Península Ibérica, ha llevado a Canarias a liderar las emisiones de gases de efecto invernadero por kWh en España, que es más del doble de la media de la UE.
Para combatir esta situación, el Gobierno canario declaró en agosto de 2019 el estado de emergencia climática. Posteriormente anunció un nuevo proyecto de ley con el objetivo de disminuir su dependencia energética de los combustibles fósiles, obtener el 100% de su energía de fuentes renovables y promover el autoabastecimiento energético. La meta de esta nueva normativa es ambiciosa: conseguir la descarbonización de la economía canaria en 2040.
La oportunidad: aumentar el número de comunidades energéticas
Para conseguir esta desconexión total de los combustibles fósiles e incrementar su autonomía energética, es necesario un aumento significativo de las energías renovables. En el caso de las Islas Canarias, por sus condiciones climáticas, la energía solar se postula como una de las principales alternativas. Sin embargo, en la actualidad solo cuenta con el 1,5% del total de instalaciones de fotovoltaicas de autoconsumo que existen en España, con una potencia instalada de 41 MW globales.
Esto significa que el potencial que tiene la producción de energía solar en las Islas Canarias todavía no ha sido explotado suficientemente. Para aumentar la instalación de energía fotovoltaica, la expansión de las comunidades energéticas se convierte en un enfoque muy prometedor. De hecho, el Gobierno de Canarias está subvencionando aquellos proyectos que promueven las comunidades energéticas locales y que tienen como fin producir, consumir, almacenar y vender energías de origen renovable.
Adeje se está convirtiendo en un ejemplo a seguir para el desarrollo de las futuras comunidades energéticas. El objetivo de Adeje Verde es facilitar a los ciudadanos del municipio el acceso a la energía fotovoltaica local y traer más paneles solares a Adeje. Este proyecto piloto aspira a ser una gran comunidad energética formada por varios círculos solares. En una primera fase se ha construido un sistema solar central en el tejado de la Escuela Municipal de Música de Adeje (EMMA), con el objetivo de compartir la energía solar producida de forma local entre 200 consumidores que viven a 500 metros de este edificio. Y la segunda fase contempla la expansión de estos círculos solares por toda la localidad. Este aumento de las energías verdes reduce de forma significativa las emisiones de C02, así como los costes energéticos.
Estableciendo comunidades energéticas de rápido crecimiento podemos convertir a las Islas Canarias en líderes de la revolución energética que busca producir una energía más limpia, sostenible y compartida. Con su expansión en las islas conseguimos un beneficio doble: probar nuevas tecnologías en condiciones económicas reales y servir de modelo para la transición energética en España y en Europa.