El reto de España para 2030: aumentar su producción de energías renovables
En los próximos años, España se enfrenta a un cambio importante en su modelo energético. El cambio climático y el nuevo contexto geopolítico han acelerado la apuesta de nuestro país por las energías renovables.
Nuestro país se encuentra en una situación muy favorable. Cuenta con una gran expansión de la energía eólica y, sobre todo de la solar, ya que es el país con mayor intensidad solar horaria de Europa. Asimismo, cuenta con una industria de tecnologías renovables muy competitiva a nivel mundial. En 2021, las energías limpias consiguieron una producción cercana al 46,6% (según datos de Red Eléctrica), sin embargo, el objetivo del gobierno para 2030 es aumentar este porcentaje al 74%.
Objetivos para 2030
Con esta meta, el Gobierno de España publicó en marzo de 2021 su Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2021-2030. Esta hoja de ruta define aspectos como la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, de penetración de las energías renovables y de mejora de la eficiencia energética. Es un documento que han tenido que elaborar todos los países de la Unión Europea y que marcará la política energética europea durante esta década.
Los objetivos marcados son:
- Reducir un 21% las emisiones de efecto invernadero respecto al nivel de 1990
- Alcanzar un 42% de energías renovables sobre el uso de energía final del país
- En el caso de la generación eléctrica, el porcentaje de renovables en 2030 será del 74%
- Mejorar en un 39,6% la eficiencia energética del país.
En este Plan se hace una especial referencia a la singularidad de las islas, que juegan un papel relevante en la transición energética y en el fomento de las energías renovables en España. Para ello, es imprescindible mejorar sus sistemas energéticos a través del almacenamiento, con un refuerzo de las tecnologías de bombeo y baterías, y promover la participación ciudadana a través de las comunidades energéticas.
La decarbonización del sistema energético europeo es ya una realidad. España ya presentó su plan el año pasado, aunque probablemente el contexto sociopolítico acelere su aplicación y aumente su capacidad de producir energía renovable.