El futuro de la energía solar fotovoltaica

“La energía solar podría convertirse en la fuente de energía más importante para la producción de electricidad y calor en una gran parte del mundo”. Esta fue una de las principales conclusiones del foro anual de World Economic en 2020. Y es que la energía solar fotovoltaica, por sus múltiples beneficios, gana cada día más adeptos. Además, los continuos desarrollos tecnológicos están aumentando sus usos y disminuyendo su coste haciéndola más accesible a todas.

La energía solar fotovoltaica es inagotable, contribuye a reducir las emisiones de C02, es en muchos sitios una de las formas más baratas de producir electricidad y, además, aumenta la independencia energética de los países que la producen. Actualmente, en nuestro país supone cerca del 10% de la energía que se consume. Sin embargo, a pesar de sus múltiples ventajas, el tiempo de recuperación de la inversión realizada todavía ronda los 10 años, lo que supone un freno importante para inversores privados. Por ello, las nuevas innovaciones tecnológicas van encaminadas a mejorar su eficiencia para reducir el uso del espacio, así como la reducción de su precio para reducir de forma significativa el tiempo de amortización (a unos 5 años)

Desarrollo de nuevos materiales

Uno de los materiales más prometedores son las perovskitas. Hoy en día la mayoría de los paneles solares se elaboran con silicio, pero este nuevo material presenta algunos beneficios importantes: se pueden fabricar a temperatura ambiente y con menor gasto energético, por lo que es más económico y sostenible. Sin embargo, presenta dos grandes desventajas como son su fragilidad y menor durabilidad. Aunque nuevas investigaciones están solucionando este hándicap y ya han conseguido que funcionen hasta cinco años.

Otro de los materiales que se está investigando para mejorar el rendimiento actual de los paneles solares es el fullereno, una molécula compuesta por carbono con una estructura esférica. Lo que hace relevante a este nuevo material es su altísima resistencia y tiene una alta capacidad para conducir corriente eléctrica. Las células solares tienen los espines desordenados, por lo que el fullereno consigue controlar su orientación, aumentando la eficiencia de la célula solar y generando una mayor corriente eléctrica.

Nuevos tipos de paneles solares

Los paneles solares están en constante evolución, de hecho, la inversión inicial cada vez se amortiza más rápido. Además del uso de nuevos materiales, también se están desarrollando cambios en su aspecto. Ingenieros de la Universidad de Michigan han creado un nuevo panel solar con un 40% de transparencia y una vida útil de 30 años.

Otras de las últimas innovaciones también están encaminadas en integrar mejor los paneles solares en los edificios con el objetivo de reducir costes y aumentar su eficiencia. En este sentido, encontramos el desarrollo de instalaciones de paneles solares cada vez más flexibles y ligeras, que no requieren una instalación tan compleja. Por ejemplo, estos paneles que vienen con argollas por las que se pasan unas cinchas que permiten colgarlos en algunos sitios como balcones, paredes o toldos.

Impulso al autoconsumo

El cambio climático y el aumento de los precios de la energía han aumentado el interés de los europeos por la autoproducción y el autoconsumo energético, liderado principalmente por la energía solar. Aquí es donde entran en juego las comunidades energéticas. Al igual que la expansión de los paneles fotovoltaicos, en los últimos años, su expansión ha aumentado y se espera que aumente aún más. Para ello, es importante seguir innovando para reducir aún más los costes y mejorar la forma de integrar la energía solar fotovoltaica en los edificios para convertirla en un pilar fundamental para afrontar los retos climáticos y el aumento de los precios de la electricidad y el gas.